Diario de Teruel 06-11-2015
La campaña de la trufa que comenzará el próximo 15 de noviembre será una de las mejores de los últimos años en la provincia de Teruel.
La campaña de la trufa que comenzará el próximo 15 de noviembre será una de las mejores de los últimos años en la provincia de Teruel. Al menos así se prevé en función de las precipitaciones registradas durante la época estival, que han sido las más abundantes de las últimas tres décadas, a tenor las mediciones registradas en las estaciones meteorológicas de la zona. No obstante, algunos truficultores matizan que también influyen otros factores, como las elevadas temperaturas registradas durante la primavera, que pudieron secar el hongo, por lo que hasta que no empiece la recolección será difícil determinar la cantidad de producto que se extraerá.
Julio Perales, que es el responsable de Atruter, la Asociación de Truficultores de Teruel, comentó que la presente campaña será mejor que la del año pasado, pero se mostró cauto porque, según matizó, "el calor de la primavera ha perjudicado mucho" a las plantaciones, que en ese momento estaban muy secas debido a varios años sin apenas precipitación.
Sin embargo, el presidente de la Comunidad de Regantes, Manuel Doñate, matizó que durante el pasado verano llovió como no lo ha hecho en las últimas tres décadas. Tanto que en los últimos meses "no ha habido que regar" las plantaciones, algo que posibilitará que incluso quienes no tienen sistema de irrigación instalado puedan recoger trufa del subsuelo.
La realidad es que según los datos recopilados por la estación meteorológica de Alcalá de la Selva durante los meses de junio, julio y agosto cayeron 370 litros en esa zona de Gúdar-Javalambre, una cifra que duplica los litros que se registran habitualmente en el periodo estival. "Julio es el mes más seco y normalmente caen 30 litros de media, mientras que este año se recogieron sobre 170", comentó Manuel Sabater, que es el responsable de la estación meteorológica. El experto precisó que desde el año 1988, primer año del que existen datos, "el trimestre estival nunca había sido tan húmedo". Además, concretó que los últimos años han sido muy secos en toda la comarca, lo que ha repercutido en el micelio de la trufa.
Mucho desánimo
Doñate se mostró contento con las previsiones porque, como advirtió, hay agricultores que plantaron trufa hace unos años y todavía no han recogido nada. "Hay gente muy desanimada e incluso hay quien estaba pensando en no poner el riego porque no recogían nada y no podían invertir", concretó el responsable de los regantes.
En este sentido también se pronunció el vicepresidente de Atruter, Eladio Salvador, quien matizó que este año la cosecha será mejor que la del pasado y "en general todo el mundo va a coger trufas". De todas formas, el truficultor se mostró cauto y apuntó que hasta que no se pongan a sacar no se sabe con exactitud lo que habrá. "En líneas generales creemos que va a ser mejor en cuestión de cantidad, pero en lo que respecta a calidad no se sabe aún", aseveró.
Julio Perales indicó que la cosecha está más adelantada porque la trufa tiene más color, está más negra que otras campañas por estas fechas.
Los 70 litros que se registraron en Sarrión el pasado fin de semana ayudarán ya poco a la cosecha que en unos días va a comenzar, pero son buenos para mantener la tierra húmeda de cara a la próxima temporada. "La tierra los ha empapado como una esponja, no se ha ido ni una gota", manifestó Manuel Doñate, quien explicó que el suelo estaba muy seco a consecuencia de que apenas ha habido precipitación en los últimos años.
Las obras del regadío social no comenzarán hasta 2016
Las obras del regadío social no comenzarán hasta el año 2016 puesto que el proyecto está pendiente de la aprobación final con crédito y los presupuestos de este año ya están cerrados. Fuentes del Gobierno de Aragón indicaron que se tendrá que aprobar con cargo a los presupuestos del año 2016, aunque matizaron que se hará "en breve", pero ya en el próximo ejercicio.
El proyecto de regadío social, que se gestó en Sarrión hace más de una década, es una gran demanda de la sociedad local puesto que supondrá garantizar la producción trufera incluso en años donde la precipitación escasee.
Una vez concluidas las obras que, previsiblemente, comenzarán en 2016, un total de 1.170 parcelas distribuidas en 850 hectáreas tendrán agua. El presupuesto supera los 16 millones de euros.